El Conflicto entre Sunnitas y Chiitas: Orígenes e Impacto en el Mundo Islámico
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- Introducción al Islam y la Divergencia Doctrinal
- Orígenes del Conflicto Sunnitas Chiitas: La Sucesión de Mahoma
- Desarrollo Histórico del Cisma Sunnita-Chiita
- Factores Políticos y Expansiones Territoriales
- Las Diferencias Doctrinales y Prácticas Religiosas
- El Conflicto Sunnita-Chiita en la Actualidad
- Intentos de Resolución y Diálogo Intersectario
- Impacto Cultural y Social del Conflicto Sunnita-Chiita
- Conclusión: Hacia un Futuro de Coexistencia en el Islam
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Preguntas frecuentes
- 1. ¿Cuáles son las principales diferencias entre sunnitas y chiitas?
- 2. ¿En qué regiones del mundo predominan los sunnitas y los chiitas?
- 3. ¿Cuál es el origen histórico del conflicto entre sunnitas y chiitas?
- 4. ¿Cómo ha impactado el conflicto sunnita-chiita en el mundo islámico?
- 5. ¿Existen intentos de reconciliación entre sunnitas y chiitas?
- Reflexión final: El legado del conflicto sunnita-chiita
Introducción al Islam y la Divergencia Doctrinal
El Islam, una de las religiones monoteístas más extendidas del mundo, surgió en la península arábiga en el siglo VII d.C. bajo el liderazgo del profeta Mahoma. En sus inicios, la comunidad musulmana estaba unida en torno a la fe y la figura de Mahoma, pero con el tiempo surgieron diferencias en la interpretación de la sucesión del profeta y la autoridad religiosa. Estas divergencias dieron origen a las dos principales ramas del Islam: la sunnita y la chiita.
Las diferencias teológicas y políticas entre sunnitas y chiitas han marcado la historia del mundo islámico, generando conflictos y tensiones que perduran hasta el día de hoy. Para comprender la complejidad de esta división, es fundamental explorar los orígenes y el impacto de esta divergencia doctrinal en la cultura, la política y la sociedad del Islam.
La Unidad del Islam en sus Inicios
En los primeros años del Islam, la comunidad musulmana estaba unida en torno a la figura de Mahoma como líder espiritual y político. Tras la muerte del profeta, surgió la cuestión de quién debería sucederlo en el liderazgo de la comunidad. Esta disputa marcó el comienzo de la división entre sunnitas y chiitas, ya que los seguidores de Mahoma se dividieron en torno a distintas interpretaciones sobre la sucesión y el papel de los líderes religiosos.
La divergencia en torno a la sucesión de Mahoma y la autoridad religiosa condujo a tensiones y conflictos que sentaron las bases para la formación de las ramas sunnita y chiita, cada una con sus propias creencias, prácticas y líderes espirituales.
La unidad del Islam en sus inicios contrasta con la división que surgiría más tarde, evidenciando la complejidad de los factores que llevaron a esta fractura doctrinal y sus consecuencias a lo largo de la historia del Islam.
El Surgimiento de las Ramas Sunnita y Chiita
El surgimiento de las ramas sunnita y chiita se remonta a los primeros siglos de la historia islámica, cuando las diferencias en torno a la sucesión de Mahoma y la autoridad religiosa tomaron forma en comunidades con visiones divergentes sobre el liderazgo espiritual.
Los sunnitas, que representan la mayoría de los musulmanes, reconocen a los cuatro primeros califas como sucesores legítimos de Mahoma, y su enfoque se centra en seguir la sunnah (prácticas y enseñanzas) del profeta. Por otro lado, los chiitas, que constituyen una minoría en el mundo musulmán, sostienen que el liderazgo debe recaer en descendientes directos de Mahoma, conocidos como imanes, cuya autoridad es de naturaleza espiritual y, en algunos casos, política.
La divergencia en torno a la sucesión de Mahoma y la autoridad religiosa condujo al desarrollo de distintas interpretaciones del Islam, que se reflejan en prácticas, creencias y estructuras de liderazgo diferenciadas entre sunnitas y chiitas.
Orígenes del Conflicto Sunnitas Chiitas: La Sucesión de Mahoma
El Disputado Liderazgo tras la Muerte de Mahoma
Tras el fallecimiento del Profeta Mahoma en el año 632, la comunidad musulmana se enfrentó a la cuestión de quién debería sucederlo como líder político y espiritual. Este conflicto marcó el inicio de la división entre los seguidores de Mahoma, sentando las bases para la futura división entre suníes y chiitas.
Los seguidores de Mahoma se dividieron en dos grupos principales: los partidarios de Abu Bakr, el suegro del Profeta, quienes más tarde se convertirían en los suníes, y los partidarios de Ali, yerno de Mahoma, quienes abogaban por su derecho divino a liderar la comunidad musulmana, dando origen al movimiento chiita.
Esta disputa por el liderazgo tuvo profundas implicaciones políticas y religiosas que perduran hasta el día de hoy, definiendo las diferencias fundamentales entre suníes y chiitas en aspectos de liderazgo, jurisprudencia y teología.
Ali y los Primeros Chiitas: La Búsqueda de un Imam Divino
Ali, primo y yerno de Mahoma, desempeñó un papel crucial en los primeros años del Islam y se convirtió en el cuarto califa, después de Abu Bakr, Umar y Uthmán. Sin embargo, su liderazgo estuvo marcado por la oposición y la rivalidad, lo que culminó en un período de conflicto que llevó al cisma entre los seguidores de Ali y el gobierno establecido en ese momento.
Los partidarios de Ali, conocidos como chiitas, creían que el liderazgo de la comunidad musulmana debía permanecer en la familia de Mahoma a través de un linaje divino, representado por los imanes. Para los chiitas, Ali era el primer imán legítimo, y su sucesión fue un tema central que condujo al desarrollo de la rama chiita del Islam.
La búsqueda de un imán divino, investido de autoridad espiritual y política, se convirtió en un pilar fundamental del chiismo, estableciendo la creencia en la infalibilidad y la guía divina de los imanes como líderes de la comunidad musulmana.
Los Califas Rashidun y la Perspectiva Sunnita
Los califas Rashidun, que incluyeron a Abu Bakr, Umar, Uthmán y Ali, son vistos como los primeros cuatro líderes justos y legítimos por los seguidores suníes del Islam. La perspectiva sunnita enfatiza la elección de estos califas por consenso o elección popular, en contraste con la creencia chiita en la designación divina de los imanes.
Para los suníes, la sucesión de los califas Rashidun marcó el comienzo de una era de liderazgo basada en la consulta y el consenso de la comunidad musulmana, sentando las bases para la interpretación de la ley islámica y el gobierno a través de un liderazgo temporal y no divino.
Esta perspectiva sunnita sobre la sucesión de los califas Rashidun y la autoridad política ha sido un punto central de divergencia con la perspectiva chiita a lo largo de la historia del Islam, alimentando tensiones y conflictos que han perdurado a lo largo de los siglos.
Desarrollo Histórico del Cisma Sunnita-Chiita
La Tragedia de Karbala y su Impacto en el Islam Chiita
La tragedia de Karbala es un evento crucial en la historia del Islam, particularmente para la rama chiita. En el año 680 d.C., el nieto de Mahoma, Husáin ibn Ali, fue asesinado en Karbala por las fuerzas del califa omeya Yazid I. Este suceso marcó el comienzo de la división entre los seguidores de Ali (chiitas) y los partidarios del califa (sunnitas). La figura de Husáin adquirió un significado simbólico y espiritual para los chiitas, convirtiéndose en un mártir venerado cuyo sacrificio alimentó el desarrollo de la identidad chiita.
El impacto de la tragedia de Karbala en el Islam chiita se refleja en su cosmovisión, teología y devoción. La narrativa de injusticia y resistencia asociada con el evento fortaleció la identidad chiita y contribuyó a la formación de sus prácticas religiosas, incluyendo las ceremonias de duelo durante el mes de Muharram. Además, la veneración de Husáin como mártir y líder virtuoso se convirtió en un pilar central de la espiritualidad chiita, influyendo en la estructura jerárquica de su liderazgo religioso.
La tragedia de Karbala no solo fue un punto de inflexión en la historia del Islam, sino que también desempeñó un papel fundamental en la configuración de la identidad y la espiritualidad chiita, estableciendo las bases para el conflicto con la corriente sunnita.
La Consolidación de la Teología Sunnita y las Escuelas de Pensamiento
Tras la muerte del profeta Mahoma en el año 632 d.C., surgió un debate sobre quién debía sucederlo como líder de la comunidad musulmana. Este debate condujo a la división de los musulmanes en dos grupos principales: los sunnitas, que apoyaban la elección de líderes a través del consenso de la comunidad, y los chiitas, que abogaban por el liderazgo hereditario a través de la descendencia de Mahoma, comenzando con su yerno Ali. Esta división teológica sentó las bases para diferencias fundamentales en la interpretación y aplicación de las enseñanzas islámicas.
A lo largo del tiempo, los teólogos sunnitas se dedicaron a la codificación de las creencias y prácticas islámicas, lo que llevó a la consolidación de la teología sunnita y al surgimiento de varias escuelas de pensamiento, como la hanafí, la malikí, la shafi'i y la hanbali. Estas escuelas, cada una con su propio enfoque jurisprudencial, contribuyeron a la diversidad teológica dentro del islam sunnita y a la adaptación de la religión a distintas realidades culturales y sociales.
La consolidación de la teología sunnita y el desarrollo de diversas escuelas de pensamiento representaron un período de enriquecimiento intelectual y teológico dentro del islam sunnita, influyendo en su comprensión de la ley islámica y en su adaptación a contextos locales. Esta diversidad teológica y jurídica ha sido tanto un punto de fortaleza como de conflicto en la historia del islam, impactando las relaciones entre sunnitas y chiitas.
Factores Políticos y Expansiones Territoriales
El conflicto entre sunnitas y chiitas tiene sus raíces en una serie de eventos históricos que han moldeado la dinámica del mundo islámico a lo largo de los siglos. Uno de los puntos de inflexión más significativos se encuentra en el surgimiento del Imperio Otomano y la Dinastía Safávida en el siglo XVI. Esta época marcó el enfrentamiento directo entre las dos ramas del Islam, ya que el Imperio Otomano, de mayoría sunnita, y la Dinastía Safávida, de fe chiita, buscaban expandir su influencia y territorio.
El enfrentamiento entre estos dos imperios tuvo un impacto duradero en la región, exacerbando las tensiones religiosas y creando divisiones que persisten hasta el día de hoy. La lucha por el poder político y la supremacía religiosa entre sunnitas y chiitas se convirtió en un factor determinante en la configuración del mundo islámico, dando lugar a conflictos que perduran en la actualidad.
El legado de esta lucha por el poder entre el Imperio Otomano y la Dinastía Safávida continúa influyendo en la geopolítica y las dinámicas sociales de la región, alimentando las divisiones sectarias y generando tensiones que han dejado una profunda huella en la historia del Islam.
Influencias Externas y Colonización: Nuevas Dimensiones del Conflicto
La intervención de potencias extranjeras en el mundo islámico, particularmente durante el período de colonización europea, introdujo nuevas dimensiones al conflicto entre sunnitas y chiitas. Las potencias coloniales, en su afán por ejercer control sobre la región, a menudo manipularon las divisiones existentes y fomentaron tensiones sectarias para promover sus propios intereses.
El legado de la colonización europea sigue siendo un factor determinante en la configuración del conflicto entre sunnitas y chiitas en la actualidad. Las divisiones impuestas y las tensiones exacerbadas durante este período han dejado una profunda huella en la región, alimentando conflictos sectarios y contribuyendo a la inestabilidad política que persiste en diferentes partes del mundo islámico.
La influencia de las potencias coloniales en la región ha generado un legado de división y conflicto que continúa siendo un desafío para la estabilidad y la cohesión social en el mundo islámico. La comprensión de estas influencias externas es crucial para abordar las complejas dinámicas del conflicto entre sunnitas y chiitas en la actualidad.
Las Diferencias Doctrinales y Prácticas Religiosas
La divergencia entre sunnitas y chiitas tiene un impacto significativo en sus ritos y celebraciones. Un ejemplo destacado de esta disparidad se observa en la conmemoración de Ashura y Eid al-Fitr. Para los chiitas, Ashura es una festividad que marca el martirio del Imam Hussein, nieto del Profeta Mahoma, en la Batalla de Karbala.
Este día se caracteriza por rituales de duelo, procesiones y recitaciones que evocan la tragedia sufrida por el Imam Hussein. Por otro lado, el Eid al-Fitr es una celebración que marca el fin del mes sagrado del Ramadán, durante el cual los musulmanes se abstienen de comer y beber desde el amanecer hasta el anochecer.
Esta festividad está llena de alegría y agradecimiento, con oraciones especiales, donaciones a los necesitados y la reunión de familiares y amigos para compartir comidas. Los sunnitas y chiitas celebran estas festividades de manera diferente, lo que refleja las diferencias tanto en sus prácticas religiosas como en su enfoque hacia la historia y la tradición.
Estas festividades, con sus significados y prácticas distintivas, reflejan una de las muchas maneras en que las diferencias entre sunnitas y chiitas se manifiestan en la vida cotidiana y en la expresión de su fe. A pesar de las similitudes fundamentales en las creencias islámicas, estas diferencias en la observancia religiosa han contribuido a la división y, en algunos casos, al conflicto entre estas dos ramas del Islam a lo largo de la historia.
El contraste entre Ashura y Eid al-Fitr sirve como un recordatorio tangible de las diferencias en las prácticas y celebraciones religiosas entre sunnitas y chiitas, y cómo estas diferencias profundizan su identidad religiosa y su sentido de comunidad.
El Conflicto Sunnita-Chiita en la Actualidad
El conflicto entre sunnitas y chiitas ha tenido un impacto significativo en el mundo islámico, particularmente en regiones como Irak y Siria, que se han convertido en campos de batalla de la disputa sectaria moderna.
La lucha por el poder y la influencia entre sunnitas y chiitas ha exacerbado tensiones históricas y ha llevado a conflictos violentos que han desestabilizado estas naciones, causando sufrimiento y desplazamiento masivo de la población. Los combates entre grupos sunnitas y chiitas, respaldados por diferentes actores regionales e internacionales, han exacerbado la inestabilidad en la región y han dificultado los esfuerzos por lograr la paz y la reconciliación.
Esta situación ha generado una crisis humanitaria de proporciones devastadoras, con repercusiones que trascienden las fronteras de estas naciones, afectando la estabilidad de toda la región y generando preocupaciones a nivel mundial.
El Papel de Irán y Arabia Saudita en el Escenario Contemporáneo
Irán y Arabia Saudita han desempeñado un papel fundamental en el conflicto sectario entre sunnitas y chiitas. Ambos países han respaldado a facciones y grupos que comparten su afiliación religiosa, lo que ha contribuido a la intensificación del conflicto en toda la región. Esta rivalidad ha exacerbado las tensiones sectarias y ha llevado a una mayor polarización en el mundo islámico.
La rivalidad entre Irán, de mayoría chiita, y Arabia Saudita, de mayoría sunnita, se ha traducido en una competencia por la influencia regional y ha alimentado conflictos en países como Yemen, Líbano, Siria e Irak, exacerbando aún más la inestabilidad en la región.
La interferencia de estos actores regionales ha complicado aún más la resolución del conflicto, perpetuando la violencia y obstaculizando los esfuerzos por lograr una solución pacífica y duradera.
Influencia en el Terrorismo y la Política Internacional
El conflicto sectario entre sunnitas y chiitas ha tenido un impacto significativo en la política internacional y ha contribuido a la propagación del terrorismo en la región. Grupos extremistas, como ISIS (Estado Islámico), han capitalizado estas divisiones para promover su agenda violenta, perpetrando atentados y sembrando el caos en nombre del sectarismo religioso.
Además, la polarización sectaria ha generado tensiones a nivel mundial, exacerbando las divisiones y desafiando los esfuerzos por promover la paz y la cooperación entre naciones con diferentes afiliaciones religiosas.
El conflicto entre sunnitas y chiitas ha tenido consecuencias devastadoras en el mundo islámico, desestabilizando regiones enteras, alimentando el extremismo y obstaculizando los esfuerzos por lograr la paz y la reconciliación. Para abordar este desafío, es crucial comprender las complejas dinámicas históricas y contemporáneas que han dado forma a esta disputa sectaria e impulsar iniciativas que fomenten el diálogo, la tolerancia y la coexistencia pacífica entre las diferentes comunidades islámicas.
Intentos de Resolución y Diálogo Intersectario
El conflicto histórico entre suníes y chiíes ha generado tensiones en el mundo islámico durante siglos. A pesar de estas diferencias, se han llevado a cabo diversos esfuerzos para promover la paz y la reconciliación entre ambas ramas del Islam. Uno de estos esfuerzos significativos es conocido como la "Amman Message". Esta declaración, emitida en 2004 por el rey Abdullah II de Jordania, buscó promover la armonía y la unidad dentro del mundo musulmán. La Amman Message reafirmó los principios del islam moderado, basándose en la comprensión mutua, el respeto y la coexistencia pacífica entre suníes y chiíes, así como con otras comunidades islámicas.
La Amman Message también abordó la cuestión de la legalidad islámica, estableciendo claramente los criterios para definir a un musulmán. Este esfuerzo fue fundamental para contrarrestar la marginación y la discriminación que algunas comunidades musulmanas enfrentan debido a las tensiones sectarias. Además, la Amman Message enfatizó la necesidad de proteger los derechos humanos universales y promover la igualdad entre todos los musulmanes, independientemente de su afiliación sectaria.
Otro aspecto importante en la búsqueda de la unidad islámica ha sido el papel de conferencias y organizaciones dedicadas a fomentar el diálogo y la cooperación entre suníes y chiíes. Estas iniciativas han buscado abordar las diferencias doctrinales y promover la comprensión mutua, con el objetivo de reducir las divisiones y promover la armonía dentro del Islam. A través de conferencias internacionales y la formación de organizaciones dedicadas a la unidad islámica, se han realizado esfuerzos significativos para superar las divisiones sectarias y fomentar la colaboración en áreas de interés común, como la educación, la caridad y la promoción de la paz.
El conflicto entre sunnitas y chiitas es una de las divisiones más significativas en el mundo islámico, con profundas implicaciones en la cultura y la sociedad. Esta división se remonta a los primeros días del Islam, cuando surgió una controversia sobre quién debería suceder al Profeta Muhammad como líder de la comunidad musulmana. A lo largo de los siglos, esta divergencia ha influido en la formación de identidades culturales y en la expresión artística y literaria de las comunidades sunnitas y chiitas.
La dualidad entre sunnitas y chiitas ha permeado en todas las esferas de la vida en el mundo musulmán, incluyendo el arte y la literatura. Las diferencias teológicas y políticas entre estas dos comunidades se reflejan en las expresiones artísticas y literarias, que a menudo sirven como medios de identificación y afirmación de la identidad comunitaria. Por ejemplo, la poesía y la literatura chiitas frecuentemente abordan temas relacionados con la opresión y el martirio, mientras que en la tradición sunnita se enfatiza la unidad y la justicia.
Este conflicto también ha generado una rica diversidad de expresiones artísticas que reflejan las distintas perspectivas y sensibilidades de las comunidades sunnitas y chiitas. Desde la arquitectura de mezquitas y mausoleos hasta las representaciones artísticas de figuras religiosas, la dualidad sunnita-chiita se manifiesta de manera palpable en las creaciones artísticas del mundo islámico.
Conclusión: Hacia un Futuro de Coexistencia en el Islam
Orígenes del Conflicto entre Sunnitas y Chiitas
El conflicto entre sunnitas y chiitas tiene sus raíces en los primeros años del islam, tras la muerte del profeta Mahoma en el 632 d.C. La disputa se centra en la sucesión del profeta y la autoridad para liderar la comunidad musulmana. Los sunnitas apoyaban la elección de Abu Bakr como el primer califa, mientras que los chiitas sostenían que la sucesión debía recaer en Ali, y que el liderazgo debía permanecer en la familia del profeta. Esta divergencia inicial sentó las bases para divisiones más profundas a lo largo de la historia del islam.
A lo largo de los siglos, las diferencias teológicas, políticas y culturales entre sunnitas y chiitas se han exacerbado, llevando a conflictos, persecuciones y tensiones en diversas partes del mundo islámico. A pesar de compartir muchos principios fundamentales, las divergencias en la interpretación de la ley islámica, la autoridad religiosa y la veneración de figuras específicas han contribuido a la perpetuación del conflicto.
Es importante comprender que si bien el conflicto entre sunnitas y chiitas tiene profundas raíces históricas, también ha sido inflamado y utilizado como herramienta política en diferentes momentos y contextos. La comprensión de estos orígenes es fundamental para abordar las divisiones dentro del islam y trabajar hacia un futuro de coexistencia pacífica.
Impacto en el Mundo Islámico
El conflicto entre sunnitas y chiitas ha tenido un impacto significativo en el mundo islámico, tanto en términos de divisiones políticas como de tensiones sociales. En países como Irak, Siria, Líbano y Bahréin, las diferencias sectarias han desempeñado un papel central en conflictos y luchas por el poder, a menudo exacerbados por intervenciones externas y agendas geopolíticas.
Además de los conflictos abiertos, las tensiones entre sunnitas y chiitas a menudo han alimentado la discriminación, la exclusión y la violencia a nivel comunitario. Esto ha llevado a la marginalización de ciertas comunidades, así como a la vulnerabilidad de individuos que pertenecen a la minoría sectaria en contextos dominados por la otra rama del islam.
El impacto del conflicto también se ha sentido en la esfera global, especialmente en el contexto de la lucha contra el extremismo y el terrorismo. Grupos como ISIS han exacerbado las divisiones sectarias para promover su agenda violenta, explotando las tensiones preexistentes entre sunnitas y chiitas en la región.
Coexistencia y Resolución
Abordar el conflicto entre sunnitas y chiitas requiere un enfoque multifacético que reconozca tanto las divisiones históricas como las dinámicas contemporáneas que influyen en el conflicto. La promoción del diálogo interreligioso, la protección de los derechos humanos y la construcción de una ciudadanía inclusiva son pasos fundamentales hacia la coexistencia pacífica en el mundo islámico.
La historia del islam está marcada por periodos de convivencia y colaboración entre sunnitas y chiitas, y es crucial recuperar esta herencia compartida para construir un futuro de unidad y armonía. Los líderes religiosos, académicos y políticos tienen la responsabilidad de fomentar la comprensión mutua y la tolerancia, sentando las bases para una sociedad islámica basada en el respeto y la diversidad.
Además, la resolución de conflictos sectarios requiere un compromiso activo con la justicia social y la equidad, abordando las causas subyacentes de la marginalización y la discriminación. La igualdad de oportunidades, el acceso a la educación y la participación ciudadana son elementos esenciales para construir puentes entre las comunidades sunnitas y chiitas, promoviendo una visión compartida de paz y prosperidad.
Preguntas frecuentes
1. ¿Cuáles son las principales diferencias entre sunnitas y chiitas?
Las principales diferencias entre sunnitas y chiitas se encuentran en sus creencias sobre la sucesión de liderazgo después de la muerte del profeta Mahoma.
2. ¿En qué regiones del mundo predominan los sunnitas y los chiitas?
Los sunnitas son la mayoría en países como Arabia Saudita, Egipto y Turquía, mientras que los chiitas son predominantes en Irán, Irak y Líbano.
3. ¿Cuál es el origen histórico del conflicto entre sunnitas y chiitas?
El conflicto tiene sus raíces en una disputa sobre quién debería suceder al profeta Mahoma como líder de la comunidad musulmana.
4. ¿Cómo ha impactado el conflicto sunnita-chiita en el mundo islámico?
El conflicto ha llevado a divisiones políticas, sociales y religiosas en varios países de mayoría musulmana, generando tensiones y conflictos en la región.
5. ¿Existen intentos de reconciliación entre sunnitas y chiitas?
Sí, existen esfuerzos de reconciliación liderados por líderes religiosos y políticos, aunque las divisiones siguen siendo una realidad en el mundo islámico.
Reflexión final: El legado del conflicto sunnita-chiita
El conflicto entre sunnitas y chiitas sigue siendo relevante en la actualidad, impactando no solo a las comunidades islámicas, sino también al panorama geopolítico mundial.
La división entre sunnitas y chiitas ha influido profundamente en la historia y la cultura del mundo islámico, y como dijo el poeta Rumi, "la herida es el lugar por donde entra la luz". Esta división ha generado tanto conflictos como oportunidades para el crecimiento y la comprensión mutua.
Invitamos a reflexionar sobre cómo podemos contribuir a la coexistencia pacífica entre sunnitas y chiitas, y a aplicar estas lecciones de tolerancia y diálogo en nuestras propias interacciones interculturales.
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